Zakary vive en su apartamento de Tournai. En ocasiones durante el día, a menudo por la noche, dibuja. 

   Zakary es un investigador, su búsqueda es incasable: realiza pruebas con los colores, los materiales y los soportes, inventa técnicas inéditas, mezcla pinturas y aceites, intenta nuevos efectos con distintas fuentes de calor como el horno o el microondas.

  Busca acercarse lo más posible al ser humano, sin nombres, sin género, sin velos, añadiendo belleza. Pero no se trata de simple estética, se trata de refinar lo más posible su ser, a través de una mezcla de colores y formas que le dan un cuerpo, un estilo. Zakary tiene estilo. Su creación consigue disfrazar el agujero del enigma inalcanzable de lo humano en obra de arte.