Saverio Giulio Giupponi

   Saverio nació en 1998 en Venecia, ciudad en la que vive. Está inscrito en la escuela de arte “Michelangelo Guggenheim”.

   Grandes campos de color, bicromías (a veces policromías), rellenas de colores primarios acrílicos, diluidos con poca agua, fuertemente matéricos y que solo sucesivamente, en el diálogo con otros colores, hacen los secundarios y terciarios, caracterizan la producción pictórica de Saverio.

  Fuertemente atraído por el mundo de los colores, de sus combinaciones binarias y sus yuxtaposiciones, el estudiante decide autónomamente iniciar la composición con la elección de un color. Después de la primera elaboración y procediendo por manchas, el soporte acoge un segundo color y después un tercero; una forma abstracta adquiere así vida, expandiéndose equilibrada en las relaciones cromáticas hasta colmar cada ángulo, cada hueco, satisfaciendo un deseo evidentemente visual.

   Subdividiendo el soporte en diferentes partes, cada una caracterizada por una tonalidad diferente, Saverio crea así sensaciones armónicas formadas por la policromía, las geometrías delineadas por las líneas del lápiz o del pincel, siempre verticales primero y horizontales después, próximas bajo el perfil lingüístico a un expresionismo abstracto geométrico en virtud del cual, cada acción pictórica expresa un sentimiento y cada aproximación de colores, una emoción.

   Raramente aparecen personajes en los trabajos del artista, más a menudo, formas que recuerdan objetos estilizados cuya simplicidad de reconocimiento e inmediatez traducen la capacidad de Saverio de observación y simplificación del mundo, de captar con curiosidad las formas primarias, ignorando las superestructuras para concentrase en la sustancia de los objetos que a él, gracias al canal visual predilecto en el proceso de aprendizaje y de conocimiento,  le son familiares, más allá de su connotación verbal.

   En la práctica pictórica y en las experiencias en el taller, hemos llegado con el estudiante y con otros artistas a significativas formas de interacción y relación gracias a la libertad expresiva acordada y requerida para el momento creativo y a la posibilidad de plasmar sobre la tela, sin límites y sin imposiciones, los múltiples matices de un colorido y variopinto mundo interior.